Ingenuos y números

Hace unos días una amiga radicada en España me hablaba muy contenta de su nueva cámara Sony de 10 megapíxeles. Le costó una fortuna (al menos para mí): 300 euros. Sony y 300 euros juntos me hicieron pensar en un producto de calidad, pero ella insistió en enviarme una foto reciente para que la viera. Bajé aquellos 4 megas con tremendo dolor, porque el horario de oficina aquí no es el mejor para descargar más de 1mb. En efecto, la foto había sido tomada a toda resolución, unos 4000x2000 aproximadamente y se veía de maravilla. Eso, hasta que la amplié a su resolución real y se convirtió en esto:
Intenté explicarle que la calidad de la imagen no era buena, pero habitualmente un usuario común no puede entender que una cámara de 10 mpx no tome las mejores fotos del mundo. Especialmente el problema se agrava porque el usuario común acostumbra a ver la imagen al tamaño de su pantalla, que puede ser entre 2 y 4 veces menor que la resolución real. Claro que no es culpa de ellos si el único parámetro que han conocido en sus vidas para medir la calidad de una cámara es la cantidad de megapíxeles. Igual que por un tiempo la frecuencia fue el que usamos para medir los procesadores. O la memoria para valorar las tarjetas de video. Más de una vez se me acercaron proponiendo tarjetas "de 512 megas". Cuando les preguntaba modelo o marca, no sabían. "Es buena, es de 512", era lo único que podían decir.
Luego de valorar un rato, supongo que tal vez la cámara no sea tan mala, pues la marca es buena, la óptica es Carl Zeiss y el precio es elevado, así que puedo estar culpando a quien no es. Es posible que fuese un mal manejo por parte del fotógrafo. no obstante,  el día que pague 300 euros por una cámara, espero que ella sola se encargue de eso. Y de  hacer té.

Comentarios