Dishonored

Esta vez no me han dado envidia por mucho tiempo, porque este juego ha llegado bastante rápido a Cuba, por la vía bucanera (sí, es cierto que piratería no es el término exacto). Las webs especializadas se han deshecho en elogios y lo proponen como candidato a Juego del Año, y en verdad el juego lo merece. No voy a detenerme en detalles, porque para eso están los reviews oficiales.
Dishonored no es un RPG en el sentido estricto , sin embargo es un FPS con muchos elementos de dicho género. Hay varias formas de llegar al objetivo y el sistema tradicional de progresión por niveles ha sido sustituido por la mejora de objetos y habilidades mediante compra de upgrades. Esto es lo que mayormente ha conseguido captar mi interés, pues no soy muy amante de los FPS y Dishonored en especial padece de cierta linealidad que tiende a aburrirme. Tiene un apartado gráfico muy peculiar, pero supongo que con solo ver las capturas de pantalla se habrán dado cuenta. Otro aspecto que destaca es el enorme escenario, que no es tan enorme de por sí, pero a diferencia de anteriores títulos, no solo podremos pasear por las calles, sino que también podremos movernos por los tejados.
Aunque no dejo de recomendarlo, ya que es un producto muy bien logrado, este no es un juego que me suscite un interés profundo, como por ejemplo, Mass Effect 1. De hecho, ni siquiera estoy seguro de que llegue a terminarlo.

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