¡Beta de TESO!

Hay días en que el universo se alinea en la forma correcta y sucede algo bueno, aunque no del todo, pero al menos para hacerme pensar que no todo está perdido del todo, y valga la redundancia. Ese fue el caso del jueves.
Por lo general nunca he sido muy suertudo en las rifas, así que las evito, pero la semana pasada Akihabara Blues sorteaba unas invitaciones para la beta de The Elder Scrolls Online. Me di una vuelta por el post y vi que casi nadie estaba interesado, apenas 3 comentarios, así que sumé el mío. Por desgracia, no salí ganador (lo habitual), pero uno de los premiados ya tenía una invitación, así que declinó la suya, que tampoco gané (hay que ver que el azar se ensaña conmigo). Sin embargo, no solo donó esa, sino otra más, y como no quedaba más nadie, esa me tocó a mí. ¿Soy o no soy un tipo con una mala suerte épica?
En fin, que estaba yo muy feliz  con mi invitación. Al menos por uno tiempo podré catar Elder Scrolls Online, así que habilité mi cuenta, descargué el instalador... y hete aquí que el cliente desbordaba los cálculos más desatinados de capacidad: nada menos que 21Gb antes de poder empezar a jugar. Con mi modesta velocidad, me tomará unos 15 días, si no es que se siguen sumando actualizaciones y la descarga crece más rápido que mi capacidad para ponerme al día. Como dice aquel proverbio tan cierto: la felicidad dura poco en casa del pobre. Sin embargo, hay algo que le sobra a los cubanos y es paciencia (eso es hasta que también la racionen), así que jugaré ESO, cueste lo que cueste.

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