Mi primer contrato

Al fin llegó mi primer contrato de edición. La espera ha sido larga (la novela anda rodando por ahí desde hace dos años),y sobre todo molesta durante este año, ya que me habían confirmado por dos vías diferentes que el libro estaba aprobado en el plan de la editorial Gente Nueva, pero oficialmente no había sido contactado para iniciar el proceso. En mi caso, el papeleo se vuelve más difícil porque las oficinas de la editorial radican en la Habana, muy lejos de mi alcance.
Es de esperarse que en algún momento se inicie el proceso de revisión como tal, por parte de la editora que se encargará de mi novela, que me han dicho que es muy buena, y otros detalles como ilustraciones y diseño. Dicho proceso tomaría unos meses, y luego vendría la impresión, que ni idea de cuánto tomaría. Si todo sale bien la novela estaría cogiendo polvo en las librerías (pues eso es lo que hacen los libros acá) antes de finales de año,  o quizás se lance durante la Feria del Libro en febrero del año próximo. Eso tal vez asegure algunas ventas adicionales.
El contrato no especifica el número de copias, y el pago es simbólico: apenas unos $90 USD. Al parecer me aplican tarifa de riesgo, al ser un escritor desconocido, en un género bastante marginado en Cuba. Tampoco es que a los demás les paguen mejor, en general ser escritor a tiempo completo es una forma muy guay de morirse de hambre a menos que publiques tres o cuatro libros al año en el extranjero, que tampoco es la gran cosa, pues las editoriales foráneas apenas dan unos $1000 USD o menos, salvo en excepcionales casos de gran renombre.
No cabe esperar otra cosa, pero al menos he tenido la oportunidad de entrar en el juego editorial, donde quizás no me corten la cabeza, pero sí que podría morir de aburrimiento mientras espero la próxima publicación.

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