40 años del Concorde y por qué no tenemos aviación civil supersónica

Ayer se cumplieron 40 años del primer vuelo oficial del Concorde, y por oficial me refiero a que fue su entrada en operaciones. El 21 de enero de 1976, dos vuelos despegaban simultáneamente (más o menos): París-Río, vía Dakkar de Air France y Londres Bahrein, de British Airways.
De los 74 proyectados inicialmente solo llegaron a construirse 20, de ellos 6 prototipos. Su elevado costo por unidad, alto consumo de combustible por pasajero y las preocupaciones por su impacto sonoro, hicieron que los pedidos iniciales se cancelaran. Tanto Air France como British Airways recibieron apoyo de sus respectivos gobiernos para poder adquirir los siete que le correspondían a cada una.
Hasta la fecha, el Concorde ha sido uno de los aviones más avanzados, y a pesar de las dificultades, se mantuvo en funciones durante 27 años. Sin embargo, su escasa capacidad de pasaje (100 los británicos o 92 los franceses), y la caída en el número de pasajeros después del 11 de septiembre, unido a que Airbus decidió dejar de darles soporte, determinaron la retirada del servicio de los emblemáticos aviones.
Solo hubo otro avión de pasajeros supersónico, el controvertido Tu-144 que solo llegó a volar 40 veces, tuvo un lamentable accidente en la expo aérea de París y ha estado envuelto en acusaciones de espionaje industrial.
Desde entonces, la aviación civil no ha querido saber más de aviones supersónicos, y por una buena razón. O más bien, por varias buenas razones, que pueden leer aquí. No parece que a corto plazo tengamos aviones supersónicos en las areolíneas, en cambio, sí hay varios proyectos para llevar estos aparatos al mercado de los jets privados.
El más avanzado parece ser el de Aerion, que afirma que para el 2021 estará disponible su jet supersónico, a un costo, si no recuerdo mal, de 60 millones la unidad. Francamente, me gustaba más el diseǹo anterior, bimotor, que el actual, trimotor.

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