La historia de Fallout

Toca hacer de historiador, un trabajo que tenía pendiente desde hace unos días, con motivo del (casi seguro) anuncio de Fallout 4.
En un principio solo estaba Mel Gibson y Mad Max 2. Y los desarrolladores vieron que Mel se veía muy cool y... ese no es el principio de la hisotira, realmente. La verdad verdadera, es que todo empezó con Wasteland.
Wasteland fue un juego lanzado en 1988, cuando decir multiplataforma significaba PC, Apple y Commodore 64. Fue publicado por Electronic Arts,  producido por Interplay, y su personaje más visible es Brian Fargo, uno de los diseñadores del título y fundador de Interplay. Este juego, en la actualidad, no es apto para los adictos a los gráficos. De hecho, ni siquiera yo me atrevería a jugarlo.
Casi una década después, en 1996/97, Interplay lanza Fallout, una secuela no oficial, ya que el nombre Wasteland pertenecía a EA. Fallout cosechó un gran éxito, así que Fallout 2 lo siguió en 1998. Poco puedo decir acerca de este título que no sepan o que no esté ya en Internet, baste con mencionar (otra vez) que es un clásico. Fallout 1 y 2 toman mucho de Mad Max 2 y de su predecesor Wasteland. Las famosas líneas de combate vienen de Wasteland, el look postapocalíptico viene de la peli. La copia es tan descarada (en el buen sentido, claro) que si usas la primera armadura, la chaqueta de cuero, puedes encontrar un perro igual que Mad Max, llamado Dogmeat. Si le pegas, un personaje llamado Mel aparecerá.
Interplay había conseguido poner una franquicia en el mercado, pero aparte de eso, su estudio, Black Isle, tenía otros ases en la manga: Baldur's Gate, por ejemplo. Yo no pediría más para mi compañía de videojuegos. Pero en algún momento las cosas empezaron a ir mal.
A causas de las pérdidas, Titus Interactive completa la adquisición de Interplay y Brian Fargo abandona el bote, dejando libre a Hervé Caen para dirigir Interplay como le diera la gana. Se lanza Fallout Tactics: Brotherhood of Steel, que era algo así como un Fallout con señalamientos, pero aún así fue priorizado por encima del proyecto Van Buren, nombre código del Fallout 3 original.
Al final, Van Buren fue cancelado, para iniciar la producción de Fallout Tactics 2. Increíblemente, grandes partes del juego ya estaban completas. Fallout 3 tenía un motor 3D completado a un 95%, la historia y los diálogos casi completos, todos los mapas, menos uno, estaban diseñados... Cabe mencionar que la administración de Interplay fue desastrosa. Los desarrolladores no recibieron salarios ni beneficios por un buen tiempo, llevando a que el estado de California demandara a la compañía por violaciones laborales. La que fue una vez una empresa con la gallina de los huevos de oro en la mano, se hundió en la bancarrota. Black Isle, el estudio que nos regaló (es un decir) Fallout y Baldur's Gate, fue cerrado. Sus integrantes se fueron y algunos fundaron Troika Games, que por desgracia no logró perdurar, pero nos dejó Vampires 2 y Arcanum, que a pesar de sus múltiples problemas algunos recuerdan con cariño.
Los estudios mueren, pero las IP son inmortales. En especial si mucha gente cree en ellas. Al igual que los dioses de Mundodisco, el poder de una IP proviene de la gente que cree en ellas. Y el nombre Fallout tenía muchos seguidores.
Interplay regresa a finales del 2006, prometiendo un MMO basado en el universo Fallout, que costaría unos $75 millones y que estaría listo en tres años. En vez de aprovechar su franquicia, Hervé Caen no encuentra nada mejor que hacer con ella que vendérsela por $5.75 millones a Bethesda. Lamentablemente, Troika, el verdero heredero de Black Isle, no pudo hacerse con los derechos de Fallout. Interplay conservaba el derecho de hacer un MMO y la propiedad de los tres títulos originales, pero bajo unas estrictas condiciones: debían iniciar el desarrollo del MMO en los 24 meses posteriores al acuerdo, asegurar al menos $30 millones en dicho período, lanzarlo en cuatro años y pagar a Bethesda un 12% de las ganancias por concepto de uso del nombre.
Interplay se había echado el lazo al cuello y solo quedaba esperar.
En Abril del 2009 Bethesda vio el momento propicio y demandó a Interplay por no haber iniciado el proceso de desarrollo del MMO. No contentos con eso, se abrió un segundo juicio, por incumplimiento de una condición que establecía que todo el embalaje y el marketing de los títulos originales debía ser aprobado por Bethesda, además de que el paquete Fallout Trilogy era competencia desleal al crear la posible confusión de creer que Fallout 3 estaba incluido.
Luego de toda esta vergonzosa historia, Interplay anunció en el 2012 la reapertura del estudio Black Isle, lo cual fue acogido con frialdad. Como alguien me dijo en Twitter: un montón de personas sin relación alguna con el equipo original agrupadas bajo un viejo nombre. No es de extrañar tal recibimiento, porque algunas cosas no son simplemente nombres. Iniciaron una extraña campaña de crowdfunding para un proyecto no muy detallado llamado V13. Recaudaron unos $6000 (aún así, la campaña se reporta como exitosa), y no se han dado más detalles.
En resumen, esta es la historia rápida de uno de las sagas más influyentes de finales del siglo pasado y principios de éste. Espero que les hayan gustado las aventuras de Interplay y que saquen alguna lección constructiva de ellas.


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