AK 47

Bueno, ayer fue mi primera práctica de tiro. Como soy tirador de fusil, me corresponde usar AK 47, los tiradores de ametralladora usan una variante, creo que RKM, con el cañón más largo, cargador de más capacidad y mayor cadencia de fuego.
El AK es un arma muy sencilla. Ya había recibido entrenamiento antes, así que solo tuve que refrescar un poco los conocimientos. Se arma y desarma en menos de un minuto, aún cuando seas un manos torpes o un imbécil. De esos, habitualmente, sobran en una tropa de 400 soldados y sin embargo todos se entendieron muy bien con su arma. Pesa poco, a pesar de que luego de una hora de llevarla colgada del hombro ya empiezas a odiarla y a desear que te la quiten.
Aunque en teoría, debería ser un arma obsoleta, con el advenimiento de la era de los chalecos antibalas en los ejércitos de los países desarrollados, en la vida real aún sigue siendo efectiva en el combate urbano y emboscadas, donde la distancia es corta. Es un arma mortal, y a nadie en el batallón le hizo gracia que habiendo tanto loco suelto allí nos dieran un fusil a cada uno. Sin embargo, las municiones se nos entregaron a la hora de disparar, en el campo de tiro. Según el instructor, le acerté al blanco. No tengo idea de cómo, porque estaba muy lejos, apenas lo veía y me tocó la posición más incómoda, sin lugar donde apoyar. Para colmo, luego del tercer disparo me cayó aceite en un ojo (por suerte llevaba espejuelos) y el pozo de tirador estaba cerrado, lo que me dejó los oídos adoloridos. Sin embargo no me impresioné como algunos que le tienen un miedo al fusil, y llegan a cerrar los ojos y disparar sin apuntar o disparar los cinco tiros en ráfaga. Lo cual no quiere decir que no me impresione tener un arma tan letal en las manos. Ya veremos como me va el lunes en la próxima práctica.

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