Fallout, Fallout does changes

Si la guerra nunca cambia, los juegos sí. New Vegas está en algún lugar entre Fallout 2 y Fallout 3, más cerca de este último y más lejos de ser un clásico, aunque no dejo de reconocer que es un gran juego que a ratos logra hacer sentir que estás jugando Fallout. El mundo tan amplio, la multitud de misiones y facciones, un sistema de munición (que aún no entiendo), esas situaciones donde descubres la pista que necesitas conversando con un personaje que se te había pasado escondido detrás de unas cajas...
Como ya dije, hay mucho lastre que viene de Fallout 3. Por ejemplo, no poder viajar a una ubicación si no llegas caminando primero. Para qué tenemos entonces un mapa? Esto alarga innecesariamente el tiempo de juego, que de por sí es largo, porque New Vegas tiene mucho más contenido que el 3. Y cuando digo mucho más, quiero decir realmente MUCHO más. Luego de un fin de semana con casi diez horas de juego, aún no consigo una armadura avanzada y hay todo tipo de cosas por ahí que me patean el culo con facilidad (los Paladines de la Hermandad, por ejemplo). En fin, que aunque las facciones más importantes se pelean por mi apoyo, apenas he arañado la superficie de la historia.
No obstante sus problemas, Fallout: New Vegas es todo un éxito con varios millones de copias vendidas y creo que Obsidian se lo merece. A ver si continúan regalándonos (eso es una metáfora, claro) más buenos juegos como este.

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