Desde hace uno tiempo decidí intentar acostumbrarme a trabajar en Windows como un usuario sin privilegios. Acá en la oficina siempre trabajaba con la cuenta de administrador del dominio, así puedo revisar las unidades de casi todas las PCs, instalar y todo eso in mucho engorro. En casa igual, una cuenta administrativa que usaba para todo. Algo totalmente opuesto a mi costumbre en Linux, donde solo toco la cuenta de root en caso de necesidad.
Ya era hora de cambiar, sin embargo las cosas no resultan tan fáciles como en Linux. Y no podemos culpar de ello a Windows, porque el problema está mayormente en las aplicaciones. Resulta que el 90% del software actual -con actual me refiero a posteriores al año 2000- no se toma la molestia de obtener la ruta a la carpeta de documentos del usuario para guardar ahí configuración y cualquier cosa necesaria y en cambio intenta escribir en la carpeta donde ha sido instalado. Por tanto, hay muchas cosas que por fuerza hay que ejecutarlas como administrador.
Ya era hora de cambiar, sin embargo las cosas no resultan tan fáciles como en Linux. Y no podemos culpar de ello a Windows, porque el problema está mayormente en las aplicaciones. Resulta que el 90% del software actual -con actual me refiero a posteriores al año 2000- no se toma la molestia de obtener la ruta a la carpeta de documentos del usuario para guardar ahí configuración y cualquier cosa necesaria y en cambio intenta escribir en la carpeta donde ha sido instalado. Por tanto, hay muchas cosas que por fuerza hay que ejecutarlas como administrador.
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