Esta anotación será un poco larga, pero quiero compartir con ustedes este cuento, del cual por desgracia no sé el autor. Sencillamente genial (en mi opinión).
"El caso Lince".
Nota: El caso Lince ha sido reconstruido a partir de varias copias de uso,
rogamos disculpen cualquier deficiencia...., perdón, el caso Lince ha sido
reconstruido en base a diversas declaraciones y relatos de quienes conocieron
personalmente al comandante ingeniero Robert Linx, alias Lince durante las
operaciones en el planeta Lodo.
Coronel Stephen Ward: Linx era un desatre. La palabra "plaga" fue inventada
para describirlo. Era insoportable y lo peor era que tenia tales
recomendaciones del Estado Mayor que tuvimos que aguantarlo durante casi cinco
meses, que han sido los mas largos de nuestras vidas. Se clasificaba a si
mismo como "inventor militar" y realmente era un inventor y un furibundo
fanatico de la guerra. Pero en cuanto se unian ambas facetas... Preferimos no
hablar de eso. El Reglamento prohibe decir malas palabras...
Sargento Alden Sveik: Cierta vez me ordenaron ir con Linx a una prueba de un
artefacto secreto, que debia revolucionar la situacion militar en Lodo. Lo
escolte hasta uno de los raros claros en la selva y alli desempaco el aparato.
En el primer momento no adverti de que se trataba y parecia realmente
efectivo. Digo parecia, porque cuando entro en accion... Bueno, habra oido
hablar de las selvas de Lodo; no hay nada mas tupido en el Universo entero.
Parece hacerse mas densa a medida que se avanza y se hace realmente mas
espesa; los arboles tienen una capacidad regenerativa asombrosa y es una
verdadera tortura cada expedicion punitiva. El invento de Linx era un
golpeador sonico, creo que asi lo llamaba. Funcionaba, segun recuerdo,
lanzando un ultrasonido de gran potencia que abriria una trocha en la jungla.
Perfecto, eh?. En teoria. El caso fue que el determino usarlo a la maxima
potencia desde el principio. Y fue la hecatombe, porque la floresta resulto
tan cerrada que reflejo la onda. Nosotros? Por poco se nos revientan los
timpanos y luego estuvimos tres meses con otitis. Y el, ileso. Si, es
indestructible. Luego?, bueno; tres meses despues me propuso que fuese con el
a probar otro traste. No me averguenza decir que preferi el calabozo.
Cacique Ion Bokahe: Los soldados nunca lograron comprenderlo, pero nosotros
si. Era un hombre perseguido por la mala suerte, cada vez que inventaba algun
nuevo ingenio guerrero, resultaba inutil totalmente para el combate y alguien
descubria que era muy util para cualquier otra cosa. Como aquella vez de las
aeromochilas. Fue al principio, cuando todavia el Coronel no lo conocia y
creyo en sus recomendaciones y su aspecto marcial. Ibamos a realizar una
ofensiva conjunta y el Coronel le solicito algo para sorprender al enemigo.
Entonces estuvo dos soles enteros en el laboratorio de la guarnicion y al
salir llevaba las mochilas. Si, funcionaban, podian levantar a un guerrero
totalmente equipado o a un soldado terrestre. Eran faciles de conducir y el
Coronel quedo tan satisfecho que ordeno fabricar unas trescientas para el
ataque.Y asi se hizo. No nos ofrecieron utilizarlas, por supuesto, pero
hubieramos declinado el honor. Habia algo en aquel inventor, algo sospechoso,
un presentimiento, y nuestro pueblo se guia mucho por los presentimientos.
Acertamos, al otro dia, mientras nosotros embestiamos por el pantano contra
las trincheras del enemigo, los tres centenares de soldados despegaron
orgullosos, tomaron altura para caer sobre el enemigo.... y fueron arrastrados
por el viento. Las mochilas eran tan sensibles a las corrientes de aire, que
al topar con los vientos veloces... casi le dieron una vuelta al planeta antes
de lograr descender en un lago. En territorio enemigo, por supuesto. El
Coronel maldijo a Linx y penso en destruir las cien unidades de reserva. Pero
Kalbi Rotar, un guerrero de mi tribu, descubrio la verdadera utilidad de las
aeromochilas: jugar al baloncesto, ese deporte que ustedes juegan. Y ahora, en
cuanto se acabe la guerra, estoy seguro que el aerobaloncesto sera declarado
deporte nacional. No, ustedes nunca entendieron a Linx.
Teniente Carlo Lombardi: El no era mala persona... cuando no inventaba. No
puedo llamarme su amigo, pero si me tenia mas confianza que al resto de la
tropa. Buena parte de sus locos proyectos se quedaron en eso nada mas,
proyectos. Pero habia veces que parecian tan razonables, tan eficaces, que
nadie veia problemas en ponerlos en practica. Como aquello de la direccion
telepatica de los vorklos... Claro, usted no sabe; son las cabalgaduras de los
aborigenes, por llamarlos de alguna forma. En realidad son mas lentos que el
paso normal de sus jinetes. Imaginese una especie de hibrido entre tortuga y
cochinilla, con unas veinte patas articuladas, y de tres metros de alto por
diez de largo. Un verdadero traste viviente, sin ninguna aplicacion militar, a
pesar de su gruesa coraza, por ser tan desesperantemente lentos. Bueno, a los
guerreros no les importaba mucho, ellos hacian la guerra a su manera secular,
con calma, sin excitarse apenas. Mandaban a uno de esos bichos a abrir camino,
con toda su cachaza y despues seguian ellos, montados de veinte en veinte
sobre los demas vorklos. Pero claro, usted se dara cuenta de que no podiamos
dejarlos que siguieran haciendolo todo a su manera. Asi que lo primero que
hicimos fue prohibirles que montaran en vorklo en el combate. Pero llego Linx,
y al segundo mes , se le metio entre ceja y ceja lograr alguna aplicacion
militar para aquellas moles que remoloneaban por todo el campamento. Midio,
estudio y se hizo el milagro. Tal ves deba aclararle que los aborigenes estan
dotados de telepatia en forma muy rudimentaria, y asi es como guian a los
vorklos. Pues bien, Linx fabrico un intesificador telepatico, capaz de obligar
a las bestia a obedecer al pie de la letra las instrucciones del jinete.
Bueno, le instalamos el artefacto a ocho animales y lo conectamos... con mando
a distancia, por supuesto. Ya sabiamos como se la gastaban los inventos de
Linx. Hicimos bien, porque apenas empezamos el experimemto, aquellos animalazos
empezaron a saltar como locos.
No recuerdo quien fue el gracioso que les tiro un bidon de gas, de los
esfericos, y asi nacio el vorkloball. Todavia ignoramos que oscuro instinto
impulsaba a los monstruos a intentar arrebatarse unos a otros el "balon" pero
lo cierto es que era muy entretenido mirarlos. Creo que quedara como uno de
los aportes del contingente militar en Lodo. Si? Ah, claro, el aerobaloncesto
tambien. Alguno de los nativos dijo que Linx debia dedicarse a la industria
deportiva y el lo tomo como un insulto. Estuvo sin decir una palabra mas de
una semana y tampoco hizo nada en ese tiempo. Si, claro, mas de uno salto de
contento. Era de esperarse, no?.
Sicologo militar Joao Frazeira: Solo dire algo conocido por usted. El Lince,
con sus buenas intenciones nos hizo mas daño que el enemigo.
Capitan John Custer: Sus trastos casi siempre funcionaban, a pesar de que mas
de una vez dio por pura casualidad con efectos y fenomenos que todavia estan
estudiando alla en la Tierra, sin el mas minimo exito. Como cuando lo del
traje de enmascaramiento. Pero todavia no se lo han contado?. Ah, oiga entonces.
Para tratar de reivindicarse con el Coronel, planifico una accion comando, una
incursion aislada al campamento enemigo. Era valiente, temerario, yo diria
suicida. Por eso a lo mejor no le pasaba nada. Resumiendo, que aprovecho su
grado de comandante y reunio a un grupito de reclutas recien llegados que
estaban pletoricos de propaganda epica. Asi que armo a sus reclutas con su
traje de camuflaje, ultimo disparate.
El traje funcionaba de forma tal que reflejaba el medio circundante y hacia
casi invisibles a los hombres. nadie podia verlos y marcharon seguros a su
victoria. Pero,... es que tampoco ellos podian verse unos a otros, y cuando
Linx dio la orden de fuego, estaba solo en medio del campamento enemigo.
Segun pudimos entrever del incoherente relato que nos hizo luego, aquello fue
ignominioso: los nativos dejaron a un lado sus armas y empezaron a perseguir
entre carcajadas a la cadena de huellas que se marcaban en el fango. Escapo
de milagro, pero todavia no hemos encontrado a los demas comandos
improvisados. Cuando?. Oh, hace tan solo un mes.
Doctor Carlo Formill: Un completo irresponsable: no se detenia ante nada ni
ante nadie. Admito que sus propositos eran buenos, pero ya se sabe: de buenas
intenciones esta empedrado el camino al infierno y el mejor que nadie merecia
el titulo de empedrador. Si mal no recuerdo fue su antepenultima barrabasada,
si exacto, cuando lo del antidoto, la unica vez que los soldados lo aclamaron
unanimemente. Usted sabra que esta prohibida la importacion de bebidas
alcoholicas a los cuarteles en Lodo. Imaginese la que se armaria con tanto
recluta beodo!. Ya se lo imagina?. Ahora piense en algo mil veces peor y
tendra una palida idea de lo que el provoco con su antidoto. Le explico.
Los nativos tiene unos dardo colosales para herir a los vorklos y otros
diminutos para la gente. Claro son diminutas porque estan envenenadas, o al
menos es veneno para ellos. En los terricolas, solo deja una secuela de
fiebres y anemias mas que molestas pero no peligrosas. Bien, el caso es que
Linx, sin saber una palabra de Quimica, acerto donde yo habia fallado y logro
el antidoto. Una inyeccion intramuscular y a olvidarse de las fiebres. Y de
todo lo demas. Provoca una reaccion secundaria a la que los mas fuertes
alucinogenos tienen bastante que envidiarle. Se da cuenta ahora de lo que
hizo?. Probo su compuesto despues de un catastrofico ataque enemigo, cuando
teniamos casi dos mil heridos. Por poco nos dejan sin base: imaginese, toda
esa gente saltando de noche y gritando que nos atacaban ratones de ocho patas.
Por eso apenas un soldado cae herido, tenemos que devolverlo a la Tierra, o
darle el antidoto y meterlo en una celda blindada hasta que se pase la
borrachera. Si, adivino, claro que el 99% de las veces preferimos la primera
opcion.
Prisionero Bedi Colimat: Supongo que le habran hablado mucho de sus obras pero
no de el. Linx debio nacer aqui, era una mezcla de calma y agitacion con que
ustedes nos han definido. Se llevaba muy bien con nosotros. El fue el primero
en darse cuenta de que nos pasabamos de bando indiscriminadamente, incluso
varias veces. Cree que se enojo?. Nada de eso; fue comprensivo. Se dio cuenta
que buscabamos emociones para contarlas despues de que ustedes se retirasen y
que rea mas sencillo estar en los dos bandos a la vez. Solo se rio y dijo que
podria ser mas divertido.
Soldado raso Jacques Lerois: Todo se precipito cuando cogimos cambiando de
bando a ese tal Bedi Colimat, segun el por decima vez. Nosotros lo sabiamos,
pero alguien le fue con el chisme al Coronel y la tormenta parecia ir
derechita hacia el Lince, porque para librarse de el le habian ordenado
ocuparse de los nativos, con los que se entendia muy bien. Ya el Coronel se
frotaba las manos de satisfaccion pensando en el consejo de guerra que le
formaria por alta traicion, cuando nos dimos cuenta de que no estaba en el
campamento. Por mas que lo buscamos, cierto que sin muchas ganas, no
aparecio. Y ahora, la semana pasada, uno de los nuestros fue herido por un
curioso dardo enemigo: tenia tres aletas giratorias, como las helices de un
helicoptero y algunos artilugios raros mas, que cree que hizo el Coronel?.
Pues miro la flecha riendo a carcajadas y luego dijo tan solo: "Pobres
enemigos!!, Conque ahora esta con ellos?, Ahora si ganamos la guerra!!"
"El caso Lince".
Nota: El caso Lince ha sido reconstruido a partir de varias copias de uso,
rogamos disculpen cualquier deficiencia...., perdón, el caso Lince ha sido
reconstruido en base a diversas declaraciones y relatos de quienes conocieron
personalmente al comandante ingeniero Robert Linx, alias Lince durante las
operaciones en el planeta Lodo.
Coronel Stephen Ward: Linx era un desatre. La palabra "plaga" fue inventada
para describirlo. Era insoportable y lo peor era que tenia tales
recomendaciones del Estado Mayor que tuvimos que aguantarlo durante casi cinco
meses, que han sido los mas largos de nuestras vidas. Se clasificaba a si
mismo como "inventor militar" y realmente era un inventor y un furibundo
fanatico de la guerra. Pero en cuanto se unian ambas facetas... Preferimos no
hablar de eso. El Reglamento prohibe decir malas palabras...
Sargento Alden Sveik: Cierta vez me ordenaron ir con Linx a una prueba de un
artefacto secreto, que debia revolucionar la situacion militar en Lodo. Lo
escolte hasta uno de los raros claros en la selva y alli desempaco el aparato.
En el primer momento no adverti de que se trataba y parecia realmente
efectivo. Digo parecia, porque cuando entro en accion... Bueno, habra oido
hablar de las selvas de Lodo; no hay nada mas tupido en el Universo entero.
Parece hacerse mas densa a medida que se avanza y se hace realmente mas
espesa; los arboles tienen una capacidad regenerativa asombrosa y es una
verdadera tortura cada expedicion punitiva. El invento de Linx era un
golpeador sonico, creo que asi lo llamaba. Funcionaba, segun recuerdo,
lanzando un ultrasonido de gran potencia que abriria una trocha en la jungla.
Perfecto, eh?. En teoria. El caso fue que el determino usarlo a la maxima
potencia desde el principio. Y fue la hecatombe, porque la floresta resulto
tan cerrada que reflejo la onda. Nosotros? Por poco se nos revientan los
timpanos y luego estuvimos tres meses con otitis. Y el, ileso. Si, es
indestructible. Luego?, bueno; tres meses despues me propuso que fuese con el
a probar otro traste. No me averguenza decir que preferi el calabozo.
Cacique Ion Bokahe: Los soldados nunca lograron comprenderlo, pero nosotros
si. Era un hombre perseguido por la mala suerte, cada vez que inventaba algun
nuevo ingenio guerrero, resultaba inutil totalmente para el combate y alguien
descubria que era muy util para cualquier otra cosa. Como aquella vez de las
aeromochilas. Fue al principio, cuando todavia el Coronel no lo conocia y
creyo en sus recomendaciones y su aspecto marcial. Ibamos a realizar una
ofensiva conjunta y el Coronel le solicito algo para sorprender al enemigo.
Entonces estuvo dos soles enteros en el laboratorio de la guarnicion y al
salir llevaba las mochilas. Si, funcionaban, podian levantar a un guerrero
totalmente equipado o a un soldado terrestre. Eran faciles de conducir y el
Coronel quedo tan satisfecho que ordeno fabricar unas trescientas para el
ataque.Y asi se hizo. No nos ofrecieron utilizarlas, por supuesto, pero
hubieramos declinado el honor. Habia algo en aquel inventor, algo sospechoso,
un presentimiento, y nuestro pueblo se guia mucho por los presentimientos.
Acertamos, al otro dia, mientras nosotros embestiamos por el pantano contra
las trincheras del enemigo, los tres centenares de soldados despegaron
orgullosos, tomaron altura para caer sobre el enemigo.... y fueron arrastrados
por el viento. Las mochilas eran tan sensibles a las corrientes de aire, que
al topar con los vientos veloces... casi le dieron una vuelta al planeta antes
de lograr descender en un lago. En territorio enemigo, por supuesto. El
Coronel maldijo a Linx y penso en destruir las cien unidades de reserva. Pero
Kalbi Rotar, un guerrero de mi tribu, descubrio la verdadera utilidad de las
aeromochilas: jugar al baloncesto, ese deporte que ustedes juegan. Y ahora, en
cuanto se acabe la guerra, estoy seguro que el aerobaloncesto sera declarado
deporte nacional. No, ustedes nunca entendieron a Linx.
Teniente Carlo Lombardi: El no era mala persona... cuando no inventaba. No
puedo llamarme su amigo, pero si me tenia mas confianza que al resto de la
tropa. Buena parte de sus locos proyectos se quedaron en eso nada mas,
proyectos. Pero habia veces que parecian tan razonables, tan eficaces, que
nadie veia problemas en ponerlos en practica. Como aquello de la direccion
telepatica de los vorklos... Claro, usted no sabe; son las cabalgaduras de los
aborigenes, por llamarlos de alguna forma. En realidad son mas lentos que el
paso normal de sus jinetes. Imaginese una especie de hibrido entre tortuga y
cochinilla, con unas veinte patas articuladas, y de tres metros de alto por
diez de largo. Un verdadero traste viviente, sin ninguna aplicacion militar, a
pesar de su gruesa coraza, por ser tan desesperantemente lentos. Bueno, a los
guerreros no les importaba mucho, ellos hacian la guerra a su manera secular,
con calma, sin excitarse apenas. Mandaban a uno de esos bichos a abrir camino,
con toda su cachaza y despues seguian ellos, montados de veinte en veinte
sobre los demas vorklos. Pero claro, usted se dara cuenta de que no podiamos
dejarlos que siguieran haciendolo todo a su manera. Asi que lo primero que
hicimos fue prohibirles que montaran en vorklo en el combate. Pero llego Linx,
y al segundo mes , se le metio entre ceja y ceja lograr alguna aplicacion
militar para aquellas moles que remoloneaban por todo el campamento. Midio,
estudio y se hizo el milagro. Tal ves deba aclararle que los aborigenes estan
dotados de telepatia en forma muy rudimentaria, y asi es como guian a los
vorklos. Pues bien, Linx fabrico un intesificador telepatico, capaz de obligar
a las bestia a obedecer al pie de la letra las instrucciones del jinete.
Bueno, le instalamos el artefacto a ocho animales y lo conectamos... con mando
a distancia, por supuesto. Ya sabiamos como se la gastaban los inventos de
Linx. Hicimos bien, porque apenas empezamos el experimemto, aquellos animalazos
empezaron a saltar como locos.
No recuerdo quien fue el gracioso que les tiro un bidon de gas, de los
esfericos, y asi nacio el vorkloball. Todavia ignoramos que oscuro instinto
impulsaba a los monstruos a intentar arrebatarse unos a otros el "balon" pero
lo cierto es que era muy entretenido mirarlos. Creo que quedara como uno de
los aportes del contingente militar en Lodo. Si? Ah, claro, el aerobaloncesto
tambien. Alguno de los nativos dijo que Linx debia dedicarse a la industria
deportiva y el lo tomo como un insulto. Estuvo sin decir una palabra mas de
una semana y tampoco hizo nada en ese tiempo. Si, claro, mas de uno salto de
contento. Era de esperarse, no?.
Sicologo militar Joao Frazeira: Solo dire algo conocido por usted. El Lince,
con sus buenas intenciones nos hizo mas daño que el enemigo.
Capitan John Custer: Sus trastos casi siempre funcionaban, a pesar de que mas
de una vez dio por pura casualidad con efectos y fenomenos que todavia estan
estudiando alla en la Tierra, sin el mas minimo exito. Como cuando lo del
traje de enmascaramiento. Pero todavia no se lo han contado?. Ah, oiga entonces.
Para tratar de reivindicarse con el Coronel, planifico una accion comando, una
incursion aislada al campamento enemigo. Era valiente, temerario, yo diria
suicida. Por eso a lo mejor no le pasaba nada. Resumiendo, que aprovecho su
grado de comandante y reunio a un grupito de reclutas recien llegados que
estaban pletoricos de propaganda epica. Asi que armo a sus reclutas con su
traje de camuflaje, ultimo disparate.
El traje funcionaba de forma tal que reflejaba el medio circundante y hacia
casi invisibles a los hombres. nadie podia verlos y marcharon seguros a su
victoria. Pero,... es que tampoco ellos podian verse unos a otros, y cuando
Linx dio la orden de fuego, estaba solo en medio del campamento enemigo.
Segun pudimos entrever del incoherente relato que nos hizo luego, aquello fue
ignominioso: los nativos dejaron a un lado sus armas y empezaron a perseguir
entre carcajadas a la cadena de huellas que se marcaban en el fango. Escapo
de milagro, pero todavia no hemos encontrado a los demas comandos
improvisados. Cuando?. Oh, hace tan solo un mes.
Doctor Carlo Formill: Un completo irresponsable: no se detenia ante nada ni
ante nadie. Admito que sus propositos eran buenos, pero ya se sabe: de buenas
intenciones esta empedrado el camino al infierno y el mejor que nadie merecia
el titulo de empedrador. Si mal no recuerdo fue su antepenultima barrabasada,
si exacto, cuando lo del antidoto, la unica vez que los soldados lo aclamaron
unanimemente. Usted sabra que esta prohibida la importacion de bebidas
alcoholicas a los cuarteles en Lodo. Imaginese la que se armaria con tanto
recluta beodo!. Ya se lo imagina?. Ahora piense en algo mil veces peor y
tendra una palida idea de lo que el provoco con su antidoto. Le explico.
Los nativos tiene unos dardo colosales para herir a los vorklos y otros
diminutos para la gente. Claro son diminutas porque estan envenenadas, o al
menos es veneno para ellos. En los terricolas, solo deja una secuela de
fiebres y anemias mas que molestas pero no peligrosas. Bien, el caso es que
Linx, sin saber una palabra de Quimica, acerto donde yo habia fallado y logro
el antidoto. Una inyeccion intramuscular y a olvidarse de las fiebres. Y de
todo lo demas. Provoca una reaccion secundaria a la que los mas fuertes
alucinogenos tienen bastante que envidiarle. Se da cuenta ahora de lo que
hizo?. Probo su compuesto despues de un catastrofico ataque enemigo, cuando
teniamos casi dos mil heridos. Por poco nos dejan sin base: imaginese, toda
esa gente saltando de noche y gritando que nos atacaban ratones de ocho patas.
Por eso apenas un soldado cae herido, tenemos que devolverlo a la Tierra, o
darle el antidoto y meterlo en una celda blindada hasta que se pase la
borrachera. Si, adivino, claro que el 99% de las veces preferimos la primera
opcion.
Prisionero Bedi Colimat: Supongo que le habran hablado mucho de sus obras pero
no de el. Linx debio nacer aqui, era una mezcla de calma y agitacion con que
ustedes nos han definido. Se llevaba muy bien con nosotros. El fue el primero
en darse cuenta de que nos pasabamos de bando indiscriminadamente, incluso
varias veces. Cree que se enojo?. Nada de eso; fue comprensivo. Se dio cuenta
que buscabamos emociones para contarlas despues de que ustedes se retirasen y
que rea mas sencillo estar en los dos bandos a la vez. Solo se rio y dijo que
podria ser mas divertido.
Soldado raso Jacques Lerois: Todo se precipito cuando cogimos cambiando de
bando a ese tal Bedi Colimat, segun el por decima vez. Nosotros lo sabiamos,
pero alguien le fue con el chisme al Coronel y la tormenta parecia ir
derechita hacia el Lince, porque para librarse de el le habian ordenado
ocuparse de los nativos, con los que se entendia muy bien. Ya el Coronel se
frotaba las manos de satisfaccion pensando en el consejo de guerra que le
formaria por alta traicion, cuando nos dimos cuenta de que no estaba en el
campamento. Por mas que lo buscamos, cierto que sin muchas ganas, no
aparecio. Y ahora, la semana pasada, uno de los nuestros fue herido por un
curioso dardo enemigo: tenia tres aletas giratorias, como las helices de un
helicoptero y algunos artilugios raros mas, que cree que hizo el Coronel?.
Pues miro la flecha riendo a carcajadas y luego dijo tan solo: "Pobres
enemigos!!, Conque ahora esta con ellos?, Ahora si ganamos la guerra!!"
está buenisimo mi amor, muy raro para mi peor me atrapó
ResponderEliminar