Un día diferente

Hoy parecía ser un día normal de vacaciones. Me levanté, o mejor dicho, me despertó el vecino hurgando en el techo, justo a un metro y medio de distancia de mi cama. Desayuno fuerte (conseguí huevos) porque toca día de gimnasio y de ahí a trabajar: unas líneas en la próxima novela, código en el proyecto. Como es habitual, no miro TV ni oigo radio.
Al llegar a la oficina de camino al gimnasio, me avisa mi compañera: los Cinco han vuelto. Pero eso no es todo, me dice no se qué de restablecimiento de relaciones entre Cuba y Estados Unidos. Suena raro e increíble. Tengo casi 40 años y el diferendo entre los dos países jamás ha amainado, más bien empeora de vez en cuando, avivado desde ambos lados.
Como siempre digo, habrá que esperar a ver qué sucede.

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