Ayer jugué con una Xbox por primera vez en mi vida. Sí, aunque parezca increíble, en mis 40 años he tenido muy poco contacto con las consolas. Creo haber tocado algún Nintendo 64, las viejísimas Atari que habían en los parques de diversiones cuando era niño, y poco más. Nunca antes toqué una consola "moderna", o sea, Playstation 1 o posterior. No faltará quien diga por ahí: pues anda, que yo tampoco lo he hecho. Pero es muy diferente cuando no lo haces porque es tu elección, a cuando pasa porque no puedes, que es mi situación (y el de millones de cubanos).
El caso es que tenía curiosidad por probar el port de algún juego que no fuese el clásico primera/tercera persona diseñado para ser consolizado. En concreto, mi interés es probar el Wasteland 2, pero no parece haber llegado a Santiago de Cuba, así que me tuve que conformar con Diablo 3. La experiencia fue mejor de lo que esperaba, controlar el juego con el mando de Xbox no me fue tan complicado, y desde el primer momento estaba repartiendo golpes como un campeón, e incluso sobreviví situaciones complicadas cuando mi colega dueño del aparato me daba por liquidado.
¿Es mejor que el teclado y el ratón? Pues no sabría decirlo. Hay cierta comodidad en el uso del mando, que debería ir creciendo con más tiempo de uso, pero supongo que cada método tiene sus ventajas y sus partidarios. Quizás la desventaja mayor es que en juegos con muchas acciones, como un RPG estilo Dragon Age, se puede volver un lío asociar cada acción con un botón que puede estar justo bajo un dedo de tu mano derecha (los A/B/etc) o en el disparador izquierdo, una teoría que pienso probar en cuanto pueda molestar otra vez a mi amigo, o pagarme una hora de juego en alguna de esas salas de juego que ahora son ilegales acá. Ya les contaré.
El caso es que tenía curiosidad por probar el port de algún juego que no fuese el clásico primera/tercera persona diseñado para ser consolizado. En concreto, mi interés es probar el Wasteland 2, pero no parece haber llegado a Santiago de Cuba, así que me tuve que conformar con Diablo 3. La experiencia fue mejor de lo que esperaba, controlar el juego con el mando de Xbox no me fue tan complicado, y desde el primer momento estaba repartiendo golpes como un campeón, e incluso sobreviví situaciones complicadas cuando mi colega dueño del aparato me daba por liquidado.
¿Es mejor que el teclado y el ratón? Pues no sabría decirlo. Hay cierta comodidad en el uso del mando, que debería ir creciendo con más tiempo de uso, pero supongo que cada método tiene sus ventajas y sus partidarios. Quizás la desventaja mayor es que en juegos con muchas acciones, como un RPG estilo Dragon Age, se puede volver un lío asociar cada acción con un botón que puede estar justo bajo un dedo de tu mano derecha (los A/B/etc) o en el disparador izquierdo, una teoría que pienso probar en cuanto pueda molestar otra vez a mi amigo, o pagarme una hora de juego en alguna de esas salas de juego que ahora son ilegales acá. Ya les contaré.
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