Hay días de mala suerte. El fin de semana fue uno de esos, donde hasta los planes alternativos te fallan, cumpliendo con las previsiones de Murphy. El viernes me llevé a casa el CD de Ubuntu 11.10 para probarlo, lo había quemado en un disco nuevo. Sin embargo, para sorpresa mía, no arranca. Recordé que durante la grabación, Brasero se demoró casi una hora generando el checksum, hasta que al fin cancelé el proceso. Intenté copiar el CD al disco duro, para ver qué porciones se podían salvar e intentar un plan de respaldo: instalar el 11.04 (tenía el CD en casa), insertar el disco y actualizar. Los paquetes se copiaban (casi todos), eso ya era un paso de avance, el disco no estaba perdido después de todo.
Inicio la instalación del Natty y a mitad del proceso me encuentro una sorpresa: el CD de Natty, que es Maxell (igual que el nuevo que usé para Oneiric) y he usado solo dos veces, ¡tampoco funciona! La instalación se interrumpe, no sin antes dejar el Gentoo inservible y el arranque de Windows perdido. Para más desgracia, olvidé traer la imagen ISO para quemarla en casa en algún viejo disco regrabable en buen estado, que es mi última esperanza, ya que no tengo presupuesto para comprar un CD (ha sido un mes apretado, igual que lo será el próximo). Veamos si hoy, cuando regrese a casa, puedo ponerle fin a esta racha de mala suerte.
Inicio la instalación del Natty y a mitad del proceso me encuentro una sorpresa: el CD de Natty, que es Maxell (igual que el nuevo que usé para Oneiric) y he usado solo dos veces, ¡tampoco funciona! La instalación se interrumpe, no sin antes dejar el Gentoo inservible y el arranque de Windows perdido. Para más desgracia, olvidé traer la imagen ISO para quemarla en casa en algún viejo disco regrabable en buen estado, que es mi última esperanza, ya que no tengo presupuesto para comprar un CD (ha sido un mes apretado, igual que lo será el próximo). Veamos si hoy, cuando regrese a casa, puedo ponerle fin a esta racha de mala suerte.
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