Desde hace unos días el mundo civilizado tiene juguete nuevo. Valve se ha tirado de cabeza en la piscina apoyando Linux en un segmento donde hasta ahora tenía poca presencia: en los juegos. Habrá que esperar para ver cómo les sale esta jugada, pero a favor tienen que los jugadores hardcore son usuarios avanzados, preparados para casi cualquier cosa. No obstante, Windows tiene una gran ventaja en ofrecer una experiencia de escritorio más sólida (donde todo funciona) y el apoyo de los fabricantes interesados en mantener este "todo funciona" y quizás algunos no muy interesados en soportar plataformas adicionales. En fin, que como no soy adivino no haré predicciones.
Como siempre, Phoronix se ha adelantado a ofrecer un benchmark comparando el rendimiento de tarjetas Nvidia en SteamOS y Windows 8.1. No veo un ganador claro, pues casi todas las pruebas arrojan resultados muy similares: diferencias mínimas a favor de uno u otro. Tres o cuatro cuadros de más no representan nada para mí.
Donde sí tendrá futuro es en las SteamBox, que realmente son PCs diseñadas para jugar, más bien unas consolas con un ciclo de vida corto y que con un poco de maña tal vez podamos cacharrear y mejorar. Y el éxito de las Steambox, por supuesto, dependerá del catálogo de juegos.
Como siempre, Phoronix se ha adelantado a ofrecer un benchmark comparando el rendimiento de tarjetas Nvidia en SteamOS y Windows 8.1. No veo un ganador claro, pues casi todas las pruebas arrojan resultados muy similares: diferencias mínimas a favor de uno u otro. Tres o cuatro cuadros de más no representan nada para mí.
Donde sí tendrá futuro es en las SteamBox, que realmente son PCs diseñadas para jugar, más bien unas consolas con un ciclo de vida corto y que con un poco de maña tal vez podamos cacharrear y mejorar. Y el éxito de las Steambox, por supuesto, dependerá del catálogo de juegos.
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