Una de las cosas que me disgustó de Torque3D al principio fue su mal rendimiento. Una escena con unos pocos edificios sobre un terreno apenas alcanzaba los 70 cuadros por segundo. Bastaba a agregar un bosque medianamente denso para que cayera a 4 cuadros. Vale, habrá que considerar a al renderer de Torque como el peor de todos los motores de juegos.
Tampoco es que mi nueva AMD R7 250 fuera la gran cosa, hasta el momento el rendimiento no era para tirar cohetes, The Witcher 2 apenas alcanzaba los 30 cuadros. Debí comprar la 7770, me dije. Pero bueno, escoger es un lujo que los cubanos no pueden darse a menudo. Y teniendo en cuenta que el CPU que uso es un Celeron (dual core, pero Celeron al fin), no cabía esperar sobrepasar la barrera de los 70 cuadros en Torque, o de los 40 en cualquier juego.
Pero esta semana me decidí a dar el salto a Windows 7 y a Fedora 20. Ya les conté cómo resultó lo segundo, en cambio, al instalar el Catalyst 13.12 en Windows 7, me encontré que de pronto los proyectos de Torque superaban con facilidad los 90 cuadros por segundo. El Regnum y DotA 2 también habían ganado un notable aumento; ya la R7 250 se sentía un poco más como lo que yo esperaba y no como una mala tarjeta de bajo costo.
Al parecer, el driver incluido en el CD del fabricante no estaba bien optimizado, hablando claro, era una reverenda mierda, y me había estado escamoteando algunas decenas de cuadros en cada segundo.
En cuanto a Linux, y tengo que decir que Linux Mint 16 se ha instalado de maravilla y encima le he puesto el Catalyst 14.4 sin el más mínimo esfuerzo, no tengo muchos puntos de comparación, pues carezco de una herramienta como el Fraps, para contar los cuadros. Sin embargo, el Unigine Heaven se mantiene estable en los 29 cuadros por segundo a 1360x768 (sí, una resolución rara, manténganse alejados de los monitores de 18.5") con teselación normal. Nada mal, creo yo, para una tarjeta gráfica de $100, que ahora sí puedo recomendar si andan escasos de presupuesto.
Tampoco es que mi nueva AMD R7 250 fuera la gran cosa, hasta el momento el rendimiento no era para tirar cohetes, The Witcher 2 apenas alcanzaba los 30 cuadros. Debí comprar la 7770, me dije. Pero bueno, escoger es un lujo que los cubanos no pueden darse a menudo. Y teniendo en cuenta que el CPU que uso es un Celeron (dual core, pero Celeron al fin), no cabía esperar sobrepasar la barrera de los 70 cuadros en Torque, o de los 40 en cualquier juego.
Pero esta semana me decidí a dar el salto a Windows 7 y a Fedora 20. Ya les conté cómo resultó lo segundo, en cambio, al instalar el Catalyst 13.12 en Windows 7, me encontré que de pronto los proyectos de Torque superaban con facilidad los 90 cuadros por segundo. El Regnum y DotA 2 también habían ganado un notable aumento; ya la R7 250 se sentía un poco más como lo que yo esperaba y no como una mala tarjeta de bajo costo.
Al parecer, el driver incluido en el CD del fabricante no estaba bien optimizado, hablando claro, era una reverenda mierda, y me había estado escamoteando algunas decenas de cuadros en cada segundo.
En cuanto a Linux, y tengo que decir que Linux Mint 16 se ha instalado de maravilla y encima le he puesto el Catalyst 14.4 sin el más mínimo esfuerzo, no tengo muchos puntos de comparación, pues carezco de una herramienta como el Fraps, para contar los cuadros. Sin embargo, el Unigine Heaven se mantiene estable en los 29 cuadros por segundo a 1360x768 (sí, una resolución rara, manténganse alejados de los monitores de 18.5") con teselación normal. Nada mal, creo yo, para una tarjeta gráfica de $100, que ahora sí puedo recomendar si andan escasos de presupuesto.
Comentarios
Publicar un comentario