Vaya ubunteros, a bajar se ha dicho: ya tenemos Ubuntu 14.10 Utopic
Unicorn. Yo, por mi parte, sigo con Mint, que es lo que uso desde que
tengo uso de razón (y valga la redundancia), o sea, desde que Fedora 20
me dio un palo horrible con los drivers de AMD y lo mandé al carajo. No era un mal sistema, pero no admito problemas con los drivers de video.
Mi larga relación con Ubuntu acabó hace un par de años, cuando Shuttleworth tuvo la peregrina idea de inventarse su propio servidor gráfico, por no se qué desacuerdos tontos con el desarrollo de Wayland, que le equipo de desarrollo del mismo se encargó de ridiculizar adecuadamente. Sin más allá ni más acá, le dio por reinventar la rueda. Y no es que el software libre esté escaso de reinventos y libertad de opción, pero cuando se trata de un componente tan esencial como el servidor gráfico, ahí sí que no transo. Tener dos servidores gráficos (excluyo a Xorg, que ya está en declive y en algún momento será sustituido por Wayland) es una jodienda desde cualquier punto de vista, pero en especial para los drivers de video, que tendrían que soportar dos arquitecturas distintas, al igual que los toolkits gráficos como GTK o Qt, o los escritorios como KDE y Gnome. Hay cosas que simplemente no puedes duplicar y esperar que la comunidad se lo trague sin más.
Por eso me fui a Mint. Aún no está muy claro qué piensan hacer, pero por lo menos tengo un año de gracia (seguirán usando la 14.04 como base por un tiempito), hasta que se vean obligados a elegir y de paso me obliguen a mí. Para esas fechas, ya Fedora tendrá Wayland, que está previsto en la 21, junto con los respectivos drivers propietarios, algo crucial para un desarrollador de juegos o jugador. En mi caso, ambas cosas.
Mi larga relación con Ubuntu acabó hace un par de años, cuando Shuttleworth tuvo la peregrina idea de inventarse su propio servidor gráfico, por no se qué desacuerdos tontos con el desarrollo de Wayland, que le equipo de desarrollo del mismo se encargó de ridiculizar adecuadamente. Sin más allá ni más acá, le dio por reinventar la rueda. Y no es que el software libre esté escaso de reinventos y libertad de opción, pero cuando se trata de un componente tan esencial como el servidor gráfico, ahí sí que no transo. Tener dos servidores gráficos (excluyo a Xorg, que ya está en declive y en algún momento será sustituido por Wayland) es una jodienda desde cualquier punto de vista, pero en especial para los drivers de video, que tendrían que soportar dos arquitecturas distintas, al igual que los toolkits gráficos como GTK o Qt, o los escritorios como KDE y Gnome. Hay cosas que simplemente no puedes duplicar y esperar que la comunidad se lo trague sin más.
Por eso me fui a Mint. Aún no está muy claro qué piensan hacer, pero por lo menos tengo un año de gracia (seguirán usando la 14.04 como base por un tiempito), hasta que se vean obligados a elegir y de paso me obliguen a mí. Para esas fechas, ya Fedora tendrá Wayland, que está previsto en la 21, junto con los respectivos drivers propietarios, algo crucial para un desarrollador de juegos o jugador. En mi caso, ambas cosas.
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