Un poco tarde, pero ya he visto Fast&Furious 9. Definitivamente, la peor de la serie, al menos hasta que salga la décima parte, que será incluso más mala que esta. Esto es largo, así que empecemos.
Aunque Dom vive recluido y alerta, sus amigos llegan para fastidiar la tranquilidad. Don Nadie les ha enviado un mensaje de emergencia: su avión está bajo ataque por un agente desertor y transporta algo importante que debe ser puesto a salvo. Dom no quiere inmiscuirse y por suerte, sus socios se van sin quedarse a cenar. Sin embargo, Letty quiere fiesta y se apunta. Al final, como no podía ser de otra forma, el viejo equipo se reúne otra vez.
El avión de Don Nadie, que transportaba a Cipher y un dispositivo secreto, ha caído en un lugar que jamás oímos mencionar y que olvidaremos a los cinco minutos. Lo que importa es que etá en medio de una zona militarizada y los soldados aparecen cuando el grupo ha logrado recuperar el dispositivo. Es hora de que empecemos con los disparates y locuras. En medio de la fuga, Roman se ve en medio de un tiroteo y recibe algunos balazos de AK, que son detenidos por el chaleco. Debería tener varias costillas fracturadas y estar muy machucado, pero no. El chaleco antibalas es mágico, no solo dispersa la energía del impacto, sino que también protege en las partes donde no hay placa balística.
Aquí tenemos la primera presecución en autos de la peli, atravesando selva, un campo minado y cruzando un puente colgante que se cae, pero aquí los autos vuelan, o por lo menos, se cagan en las leyes de la física. Aparece un nuevo personaje, que resulta ser un conocido de Dom: su hermano Jakob. El hermanito se hace con el dispositivo y se larga en una maniobra espectacular con salto al vacío y posterior captura del auto por un avión. Dom no quiere ser menos aprovecha que del puente solo queda una cuerda y embiste el poste a toda velocidad, su auto se amarra solo la cuerda (la IA de Tesla no puede hacer eso) y van a parar al otro lado, con tres o cuatro vueltas al caer para aumentar la complejidad del ejercicio.
Dom y Jakob están enemistados desde hace años. El padre de ambos murió en una carrera, y durante su estancia en prisión Dom descubre que el desperfecto que causó el accidente tien que haber sido culpa de su hermano menor, así que cuando regresa, lo manda a volar. El dispositivo, llamado Ares, es la mitad de uno de esos Objetos de Película, capaz de controlar cualquier equipo electrónico, ya sea computadora, arma, o un iPhone, que es incompatible con todo. Una idea muy probada. Más que probada, gastada en infinidad de películas y series.
Para encontrar la mitad que falta, Jakob y su empleador han tomado prisionera a Cipher y la tienen metida en una jaula de cristal completamente vacía. Y yo me pregunto, ¿dónde duerme, dónde se baña, dónde mea? Porque en la caja no hay nada de eso. Cipher recupera la posición de la otra mitad del dispositivo, mientras que nuestro grupo de héroes, gracias a unas coordenadas metidas en el mensaje de Don Nadie, se hacen con una base secreta en algún lugar que debe ser muy céntrico, porque está cerca de todas partes. Aquí se les suma Mia, la hermana de Dom, para completar el equipo.
El segundo objeto está en Edimburgo, así que parte del equipo se reúne para poner en peligro a los peatones con otra carrera de autos en medio de la ciudad. Por su parte, Letty y Mia van en busca de la Llave, que es necesaria para activar Ares, que guarda alguna relación con Han, que supuestamente murió en otra película que ya no recordamos. Por supuesto, Jakob se hace con la segunda mitad de Ares, pero nuestros queridos protas se quedan con unos electroimanes muy chulos con tiritas led. Mia y Letty se encuentran a Han, y la Llave resulta ser una niña, la hija de los creadores del dispositivo, asesinados tiempo atrás.
Los malvados secuaces de Otto el Villano interrumpen la reunión para llevarse a Elle la Llave. Como siempre, el error clásico del villano es dejar varios hombres atrás para que maten a Dom. Joder, a estas alturas ya deberían saber que al protagonista hay que matarlo en el momento. Todo el mundo se escapa para planificar la recuperación de Ares, que ahora tiene una complejidad extra: hay que neutralizar el satélite usado para propagar la señal.
Tej y Roman tienen que volar hasta el satélite, a 80km de altura, para hackearlo, porque no se puede hacer remotamente. Para ello acuden a unos locos que supuestamente alguien conoce de alguna peli anterior, pero que ya nadie recuerda, y arman un auto con varios cohetes amarrados. Lo suben al lomo de un avión (pésimo lugar desde donde lanzar cosas, si me preguntan a mí) y a volar se ha dicho. Cuando llegan al satélite, no les queda más remedio que embestirlo, porque el plan A no funciona debido a unos cables que no resistieron el viaje espacial. Acabarán más tarde en la Estación Espacial Internacional.
Otto activa Ares con Elle, y comienza la transferencia al satélite. Por lo lento que va, debe ser una conexión de Nauta Hogar a 1mb, o debe ser un archivo grande de cojones. Pero si no fuese así, los protas no tendrían tiempo de montar una persecución como Dios manda.
El villano Otto le pide a Jakob que verifique por qué la señal está interrumpida, pero es una estratagema para sacarlo del camión donde van y que su otro secuaz de relleno lo mate. Cipher ahora está libre y trabajando con él. Pero Jakob se salva con ayuda de Dom, que choca a un carro volcado para que Jakob caiga encima y vaya a parar al blindado ocupado por Mia, que lo recoge y le cede un auto. ¿Alguien se esperaba otra cosa? Porque se veía venir desde el principio, que al final terminarían juntos. Jakob se va, pero luego regresa para echarle una mano a Dom en el asunto de volcar el enorme camión blindado donde llevan Ares. Usando los electroimanes, se aferran a la cabina y hacen que todo ese gusano blindado de más de veinte metros de largo se dé la vuelta hacia adelante. Nada, que ni Mijaín López hubiera conseguido un desbalance así.
Aunque ahora las ruedas están hacia arriba, el camión sigue avanzando como si nada, dándole tiempo a Dom a reventar el piso, entrar y recuperar Ares. Lo que no logra es salir hasta el último momento, no sin que antes Cipher le dispare varios cohetes desde el dron y que alcancen un precipicio.
Cerramos con una escena feliz de parrillada entre amigos, cerveza y hamburguesas. Otra escena breve con Jason Statham, para dejarnos ver que es probable que esté en la próxima peli, y chao.
De lo espectacular a lo ridículo hay solo un paso, y FF 9, no solo ha dado ese paso, sino que además ha cogido impulso y ha dado un triple salto más allá, cayendo en toda una categoría totalmente nueva. No es solo todas las patadas a la física, sino también a la anatomía, con esos personajes que parecen ser de goma que caen, dan vueltas dentro de autos y hasta etcétera. En fin,que si quieres ver esta peli te recomiendo que dejes el cerebro en el refrigerador.
No la había visto aún pero ya lo has dicho todo. Sin dudas que los guionistas de hoy no son los de antes.
ResponderEliminarCon tu reseña no es necesario gastar el tiempo en verla, te recomiendo que veas Nobody, Jungle Cruise, Jolt y Those who wish me dead. Todas están buenas, pero igual me gustaría ver tus reseñas, la 1ra es una especie de John wick, la 2da es de La Roca, la 3ra es de Kate Bekinsale y la última de Angelina Jolie, dale tienes material
ResponderEliminarAhora mismo estoy copiando Jolt y Jungle Cruise, a ver si mi televisor Konka puede reproducirlas en casa.
EliminarMe reventó la cabeza eso de llenar de cohetes un carro y mandarlo a hackear un satélite, que se quemaran un par de cables es lo de menos. Aunque lo de lanzarlo desde otro avión es una técnica real, los americanos la usaban, pero para transbordadores espaciales pequeños.
ResponderEliminarEspero la próxima reseña, que te están quedando bastante bien.
Cierto, es el método que utiliza Virgin Galactic para lanzar su Spaceship. La locura es montarlo en el dorso, donde puede arrancarte la cola. Por lo general esas cosas van colgando debajo y las dejas caer.
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