Volvemos con el tema del particionado en Linux. Anteriormente me referí al swap y los problemas que puede causar si eres uno de los desafortunados que no tienen 4Gb de RAM. Mis problemas con el boot también vienen de atrás y son malos hábitos creados por el instalador viejo de Redhat, malos hábitos que no me preocupé en verificar si aún eran válidos después de abandonar Gentoo.
En los buenos tiempos, cuando aún Linux era Linux, Redhat recomendaba unos 75Mb para la partición boot, si no recuerdo mal. Incluso podías darle menos, si no planeabas actualizar mucho el kernel. En cambio, el kernel moderno pesa 5Mb, amén de que viene acompañado con un initramfs de 9Mb y un map de 2Mb. Fedora incluye un kernel rescue, que trae un initram incluso más grande: 25Mb.
Entonces ¿cuál es el tamaño adecuado? En este momento tengo 177Mb y no es suficiente. Recomendaría por lo menos 300Mb para una distro que piensas cambiar anualmente, en caso de una LTS que planeas conservar por dos años o más, no menos de 500Mb.
En los buenos tiempos, cuando aún Linux era Linux, Redhat recomendaba unos 75Mb para la partición boot, si no recuerdo mal. Incluso podías darle menos, si no planeabas actualizar mucho el kernel. En cambio, el kernel moderno pesa 5Mb, amén de que viene acompañado con un initramfs de 9Mb y un map de 2Mb. Fedora incluye un kernel rescue, que trae un initram incluso más grande: 25Mb.
Entonces ¿cuál es el tamaño adecuado? En este momento tengo 177Mb y no es suficiente. Recomendaría por lo menos 300Mb para una distro que piensas cambiar anualmente, en caso de una LTS que planeas conservar por dos años o más, no menos de 500Mb.
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