Un curioso cheque

Acabo de recoger en la Casa del Joven Creador (aunque no sea un "joven creador")  un cheque de pago por mi presentación de la novela en la Feria del Libro, aquí en mi ciudad. A diferencia de la Habana, algunas de las presentaciones de Santiago están a cargo de la Asociación Hermanos Saíz, que sí paga por las presentaciones. Una bagatela, pero que me viene muy bien para comer tres o cuatro días, pues como siempre digo, acepta lo que te den, porque es mejor poco que nada.
Lo curioso del cheque está en su parte trasera, donde dice:

Pago al sector privado 
"Novela de caballería"

O sea, que para los burócratas de la AHS, yo soy un escritor de novelas de caballería. Lo cual, supongo, me convierte en una especie de émulo del ilustre Cervantes, el Discapacitado de Lepanto (eso de manco suena muy feo, discapacitado es más políticamente correcto).
A este humilde mercenario de las letras, le da lo mismo que lo cataloguen como escritor de caballería, ensayos, o novelas rosas, siempre y cuando me paguen, claro.

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