A veces mucho dinero no es suficiente

Daisy me ha enviado este interesante artículo, escrito nada más y nada menos que por Orson Scott Card. Si no sabes quién es este señor deberías irte a casa y replantearte tu vida y gustos literarios.
Resulta que la señora J. K. Rowling se ha querellado contra una pequeña editorial por publicar The Harry Potter Lexicon, un libro sobre su saga de novelas. La Rowling está muy dolida y considera que sus palabras han sido robadas, entre otros lacrimógenos planteamientos dignos de un culebrón mexicano.
Scott Card nos demuestra claramente que la práctica de escribir estudios acerca de obras es común, perfectamente legal y además beneficiosa para la obra en cuestión. Por lo cual, lo más lógico es que el tal juicio redunde en perjuicios para la Rowling, tanto financieros como de imagen.

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