Las estafas automatizadas se vuelven más inteligentes

Correos de estafas nos llegan casi a diario y hay una en específico destinada a los hombres, la del truco de la muchacha que quiere conocerte, casi siempre acompañada con una foto de una tía muy buena que en la vida real debería estar más sobrada de pretendientes que Penélope. De hecho, he pensado a veces hacerme una colección de tales fotos.
Es una estafa muy burda, el correo usualmente viene de una dirección, sin embargo nos piden que respondamos a otra y si se toman el trabajo de seguirla (yo lo he hecho) verán que las respuestas, escritas en tan mal inglés que darían vergüenza a software cualquier traductor, generalmente no tienen nada que ver con el mensaje que enviamos. A la larga, la tal tía linda nos pintará una historia para sacarnos el dinero, ya sea para llamarnos por teléfono o algo así.
El caso es que hoy me llegó otro similar, pero este mucho mejor trabajado. Esta vez el correo me informa incluso de dónde obtuvo mi dirección (de un anuncio en una página de clasificados que puse ayer para un amigo), viene en inglés con una traducción automática al español, e incluso coinciden la dirección de envío con la de respuesta, y ésta con el nombre del remitente.

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