Cuando por primera vez sientas la famosa fanfarria compuesta por Willliams, y tras el archiconocido letrero Star Wars veas subiendo una introducción describiendo el sombrío panorama de una Galaxia muy, muy lejana envuelta en una guerra civil, estarás asistiendo al fin de una saga. Star Wars, tal como la conocemos, habrá terminado, la historia como la ve su creador Geoge Lucas habrá sido contada; como diría uno de los villanos más famosos del cine: el círculo se ha completado.
Amén del Universo Expandido y las futuras series de TV confirmadas por Lucas, el corazón de Star Wars, las películas que cuentan la historia de Anakin, el elegido para traer el equilibrio a la Fuerza y sus hijos, la nueva esperanza para derrocar el imperio sith, han terminado. Así lo ha reiterado su creador, no habrá más trilogías, sólo reediciones en Blue Ray, 3d y en toda nueva tecnología que aparezca.
Acaba de estrenarse Star Wars Episodio III, La venganza de los Sith. Desde todas partes dodne se ha estrenado, vuelan los mensajes de los fan, a través de la Holored. La película no ha decepcionado. Luego de una introducción algo sosa con un patético Jar Jar y un malo carente de carisma, y un Episodio II que generó opiniones encontradas, Mr Franela salva la nueva trilogía con este film que intenta atar todos los cabos sueltos que quedaban, aunque siempre será recomendable echar mano a la novelización para comprender bien cada detalle.
Hay muchos muertos. Casi todos buenos. Los malos que mueren son solo peones del Señor Oscuro del Sith, inútiles ya, solo le estorban. Dooku solo aparecerá unos minutos, el temible General Grievous no ha quedado a la altura de lo que se esperaba y sus 15 minutos de gloria hay que buscarlos en la tercera temporada de la serie animada Las Guerras Clónicas y en algunas novelas del Universo Expandido. El Consejo Jedi será masacrado por Darth Sidious, su nuevo aprendiz Darth Vader y el ejército de clones.
Aunque sangrienta, el Episodio III es una película que trata sobre el amor. El amor desmedido de Anakin por Padme lo hace sucumbir al lado oscuro con la esperanza de salvarla de la muerte que ve en sus pesadillas. El amor es la clave en esta película. Y también de toda la doble trilogía. Es el amor lo que da fuerza a un jedi. Al final, es el amor lo que hará redimirse a Darth Vader, y finalmente cumplir con su misión de traer equilibrio a la Fuerza.
Sin embargo, equilibrio es lo que falta en estos días. Hay alegría pero también mucha pena, algo muere para nosotros, algo único. Es tan difícil de explicar que ni siquiera voy a intentarlo. Mejor sigan pensando que son majaderías de fanático. No es que sea un clásico adorado por los críticos, una película de culto para los sesudos. Pero para nosotros es un componente de nuestras vidas. Simplemente tiene algo especial que muchos han tratado de copiar y no han logrado. No hay nada que se le compare, tal vez Star Trek, pero Star Trek no termina. Matrix terminó dolorosamente mal. El Señor de los Anillos... bueno, no sabría qué decir, ya estábamos preparados.
Cuando vea la peli, les haré un comentario más preciso, aunque breve, porque no tengo dotes de crítico de cine.
Amén del Universo Expandido y las futuras series de TV confirmadas por Lucas, el corazón de Star Wars, las películas que cuentan la historia de Anakin, el elegido para traer el equilibrio a la Fuerza y sus hijos, la nueva esperanza para derrocar el imperio sith, han terminado. Así lo ha reiterado su creador, no habrá más trilogías, sólo reediciones en Blue Ray, 3d y en toda nueva tecnología que aparezca.
Acaba de estrenarse Star Wars Episodio III, La venganza de los Sith. Desde todas partes dodne se ha estrenado, vuelan los mensajes de los fan, a través de la Holored. La película no ha decepcionado. Luego de una introducción algo sosa con un patético Jar Jar y un malo carente de carisma, y un Episodio II que generó opiniones encontradas, Mr Franela salva la nueva trilogía con este film que intenta atar todos los cabos sueltos que quedaban, aunque siempre será recomendable echar mano a la novelización para comprender bien cada detalle.
Hay muchos muertos. Casi todos buenos. Los malos que mueren son solo peones del Señor Oscuro del Sith, inútiles ya, solo le estorban. Dooku solo aparecerá unos minutos, el temible General Grievous no ha quedado a la altura de lo que se esperaba y sus 15 minutos de gloria hay que buscarlos en la tercera temporada de la serie animada Las Guerras Clónicas y en algunas novelas del Universo Expandido. El Consejo Jedi será masacrado por Darth Sidious, su nuevo aprendiz Darth Vader y el ejército de clones.
Aunque sangrienta, el Episodio III es una película que trata sobre el amor. El amor desmedido de Anakin por Padme lo hace sucumbir al lado oscuro con la esperanza de salvarla de la muerte que ve en sus pesadillas. El amor es la clave en esta película. Y también de toda la doble trilogía. Es el amor lo que da fuerza a un jedi. Al final, es el amor lo que hará redimirse a Darth Vader, y finalmente cumplir con su misión de traer equilibrio a la Fuerza.
Sin embargo, equilibrio es lo que falta en estos días. Hay alegría pero también mucha pena, algo muere para nosotros, algo único. Es tan difícil de explicar que ni siquiera voy a intentarlo. Mejor sigan pensando que son majaderías de fanático. No es que sea un clásico adorado por los críticos, una película de culto para los sesudos. Pero para nosotros es un componente de nuestras vidas. Simplemente tiene algo especial que muchos han tratado de copiar y no han logrado. No hay nada que se le compare, tal vez Star Trek, pero Star Trek no termina. Matrix terminó dolorosamente mal. El Señor de los Anillos... bueno, no sabría qué decir, ya estábamos preparados.
Cuando vea la peli, les haré un comentario más preciso, aunque breve, porque no tengo dotes de crítico de cine.
Y el mundo se sigue cayendo a pedazos, no importa...
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