El lunes, aprovechando la tranquilidad del día feriado y que mi servidor favorito de WoW no quiere dejarme entrar, me dediqué a instalar FreeBSD. Aunque el instalador no es tan cómodo como el de algunas distribuciones de linux, lo prefiero antes que el de Debian. Suele resultar un poco confuso, pero aún así no es una tarea invencible. Logré instalar mi primer paquete desde los ports (el mc) y siguiendo las indicaciones del colega Julio hoy pienso dedicarme a estudiarlo con más calma, luego que pase la fiesta de mi cumpleaños.
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