Dolor, sudor y cansancio

Conocí a un sujeto que afirmaba que el kung fu es dolor, sudor y cansancio. Pues sí, en el proceso se suda bastante, también es inevitable el agotamiento. Y algo de dolor viene en el proceso. El sábado tuve mi ración de los tres, al fin regresé al EBMAS, que lo tenía un poco abandonado. Estoy un poco adolorido porque si algo sobran en esos entrenamientos es golpes escapados, que hasta el profe cogió el suyo en la punta de la nariz que lo hizo llorar y moquear por un rato. Sin embargo no es para llevar esta máxima al extremo.
Una sesión de entrenamiento a pesar del sudor, los golpes, dolores musculares y el cansancio, debe ser algo motivador y placentero. Debes salir con deseos de regresar.
Me picaba la curiosidad y tenía en planes echarle un vistazo al Aikido, pero me encontré allí con un primer dan, con varios años de experiencia en la materia y me aconsejó que no invirtiera el tiempo en eso. Me explicó que no era lo suficientemente práctico. Hay que tener en cuenta que aunque acá no tenemos videojuegos a patadas, sí tenemos patadas de sobra y violencia en la calle. El que más o el que menos sabe boxear o tiene conocimientos básicos de lucha libre aprendidos de niño en las peleas del barrio.
EBMAS Wing Tsung es un arte marcial muy adecuado para contrarrestar oponentes con ciertas habilidades, aunque aún no acabo de entender como compaginar su filosofía de que la mejor defensa es el ataque con las situaciones en que hay que ripostar una agresión. Habrá que avanzar un poco más en el tema. Pienso pedir prestada una cámara digital a ver si grabo algunos videos de las palizas que me da el profesor a ver si saco algo en claro.
También cogí los movimientos básicos de la esgrima Latosa, que es como el kali, con dos palos. No es tan difícil como imaginaba.

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