De vuelta luego de las vacaciones que me dejaron bastante quemado de sol, sordo de un oído y agotado. Y eso que ni siquiera me alejé más de 20km de la ciudad. Y al fin encontré tiempo para instalar mi correo en el móvil. Para estar un poquito más cerca del desarrollo, como aquel que dice.
El famoso correo nauta.cu (nauta para los amigos, que en verdad son muy pocos), que en otro lugar del mundo hubiera pasado desapercibido, aquí es toda una novedad. Como mencioné hace un tiempo, es la primera vez que un ciudadano cubano puede tener acceso a dicho medio de comunicación en un dispositivo propio. Anteriormente, dependíamos del correo corporativo o de internet (el acceso a este último desde los centros de trabajo fue prohibido hace unos años).
Pero no todo fue miel sobre hojuelas. Nauta nació con un sinfín de problemas, el más importante: pésima planificación. A los pocos días ya había colapsado, de hecho la calidad de las comunicaciones móviles ha decaído bastante y resulta casi imposible entender a alguien por teléfono móvil. Su segundo mayor defecto es que se paga por tráfico, tanto entrante como saliente, y además pagas por el tráfico habitual del protocolo y por otras cosas que ni siquiera te imaginas. Muchas personas se acostaron con un saldo para levantarse con otro mucho menor. La solución al problema fue desactivar la transferencia de datos.
En mi caso, esperé bastante para configurar mi correo. Ya tenía la cuenta, pero las colas en la agencia para activar el GPRS y configurar el APN+el cliente de correo eran kilométricas. Y resulta que cuando al fin logro ir y activar el GPRS para mi línea, pues entonces el teléfono no conecta. Esto me llevó a flashear una ROM original (adiós CyanogenMod, creo que jamás lo volveré a usar) que no arrancaba, luego intentar JellyBlast y luego otra ROM original de Movistar. En fin, casi toda una tarde luchando con el teléfono que no arrancaba el sistema.
Al final de todo aquello... pues tampoco conectaba. Estaba a punto de creer que mi móvil tenía algún problema, cuando hoy resulta que sin configurar APN ni nada, mi teléfono se conecta y descarga el correo perfectamente. WTF!!! Desde hoy puedo llevar mi correo conmigo todo el tiempo. Incluso soy uno de esos felices usuarios que pueden dejar la transferencia de datos activa sin que el saldo se escurra inexplicablemente.
Advertencia: si tienes un amigo cubano, nunca, nunca le envíes un adjunto a su cuenta nauta. A menos que estés dispuesto a recargar el saldo de su teléfono para pagarle el gasto que representa recibir varios cientos de kb.
El famoso correo nauta.cu (nauta para los amigos, que en verdad son muy pocos), que en otro lugar del mundo hubiera pasado desapercibido, aquí es toda una novedad. Como mencioné hace un tiempo, es la primera vez que un ciudadano cubano puede tener acceso a dicho medio de comunicación en un dispositivo propio. Anteriormente, dependíamos del correo corporativo o de internet (el acceso a este último desde los centros de trabajo fue prohibido hace unos años).
Pero no todo fue miel sobre hojuelas. Nauta nació con un sinfín de problemas, el más importante: pésima planificación. A los pocos días ya había colapsado, de hecho la calidad de las comunicaciones móviles ha decaído bastante y resulta casi imposible entender a alguien por teléfono móvil. Su segundo mayor defecto es que se paga por tráfico, tanto entrante como saliente, y además pagas por el tráfico habitual del protocolo y por otras cosas que ni siquiera te imaginas. Muchas personas se acostaron con un saldo para levantarse con otro mucho menor. La solución al problema fue desactivar la transferencia de datos.
En mi caso, esperé bastante para configurar mi correo. Ya tenía la cuenta, pero las colas en la agencia para activar el GPRS y configurar el APN+el cliente de correo eran kilométricas. Y resulta que cuando al fin logro ir y activar el GPRS para mi línea, pues entonces el teléfono no conecta. Esto me llevó a flashear una ROM original (adiós CyanogenMod, creo que jamás lo volveré a usar) que no arrancaba, luego intentar JellyBlast y luego otra ROM original de Movistar. En fin, casi toda una tarde luchando con el teléfono que no arrancaba el sistema.
Al final de todo aquello... pues tampoco conectaba. Estaba a punto de creer que mi móvil tenía algún problema, cuando hoy resulta que sin configurar APN ni nada, mi teléfono se conecta y descarga el correo perfectamente. WTF!!! Desde hoy puedo llevar mi correo conmigo todo el tiempo. Incluso soy uno de esos felices usuarios que pueden dejar la transferencia de datos activa sin que el saldo se escurra inexplicablemente.
Advertencia: si tienes un amigo cubano, nunca, nunca le envíes un adjunto a su cuenta nauta. A menos que estés dispuesto a recargar el saldo de su teléfono para pagarle el gasto que representa recibir varios cientos de kb.
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