Ley de Murphy

 Entre los escritores de Santiago de Cuba tenemos a uno que se ha ganado el mote de Murphy, por un cuento humorístico que escribió acerca de un tipo con muy mal día. Definitivamente, me ha tocado un mal día: mi motherboard se ha roto.En la noche del jueves se congeló el sistema y ahora enciende a veces, funciona cinco minutos y se apaga, o se apaga unos segundos después de encender, y vuelve a encender sola y apagarse.

Me dicen que las Gigabyte B250  padecen de ese mal y  que es solucionable, pero que la mejor opción es evitar comprar Gigabyte y Asrock. En otro lugar del mundo eso no sería un problema grave, pero aquí sí lo es. Casi no entran partes de computadoras al país y las pocas que hay valen carísimas. Por tanto, solo me queda la opción de intentar el arreglo y considerar cuidadosamente si quiero vender algo que no tengo la seguridad de que va a durar. En caso de no tener salvación, tendré que tomarme varios meses de vacaciones, hasta que alguien venga desde Estados Unidos y me traiga un reemplazo, porque no pienso pagar los precios, más que estratosféricos, cósmicos, que están pidiendo aquí.

De toda formas, necesitaba un alto. La espera por Godot 4, y ahora por una versión usable de O3DE, ha sido casi estresante.


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